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Aprendí a estar sola un poco en llamas días de tormento noches extraviada Hablo conmigo me toco acostada las plantas me miran susurran a mis espaldas Veo peliculas memorizo parlamentos incendian mi cabeza entre escenas me pierdo Miro por la ventana tomo un mate Las personas acompañadas no parecen interesantes Adormece el silencio prendo la radio quizás suena Sandro quizás es el barrio No sé desde que hora estoy en el bar si nadie me habla ¿quién me vendrá a buscar?

Hay muchos viajes en mi pequeño cuerpo, los llevo como cicatrices, amamanté muy poco y pienso que esa es la razón del desapego, el desapego me condujo al viaje, el viaje, mi cuna. Dormir en un lugar y despertar en otro Uno nunca sabe cuándo será la última vez a veces toma tiempo, otras no, no te das cuenta hasta que estás en ello. Escribo cartas sobre mi cabello, la mayoría llegan a la oficina de correos sin destinatarios son devueltas, otras sí tienen  personas muertas a quién amé, a veces a famosos que nunca conocí.  un par de palabras son para ti preguntas que jamás te haré respuestas que nunca me darás conversaciones de pasillo un hola, qué tal, cómo va 

Antes tenía la fantasía de ser terriblemente amada Hoy fantaseo con los lugares que me faltan por ver He sentido tanta felicidad Que he llamado a la muerte  Le he dicho en su lozana cara Que puede llevarme                                      Que puede iluminarme Que puede acurrucarme La plenitud se siente como el agua.